Por Sabina
On Line Caminos de Sobriedad

Mi nombre es Sabina y soy alcohólica en vías de recuperación, que solo por la Gracias de Dios y los Grupos de Alcohólicos Anónimos hoy no estoy tomando ni fumando. Primeramente, Gracias a mi Dios por haberme llevado a la VII Convención Nacional , una persona que le costó tanto quedarse, que llegó sin deseo de vivir, llena de auto-conmiseración, que los pasos tenía que leerlos muchas veces para que me quedara algo. He sido bendecida por el programa de Alcohólico Anónimos y con muchísimo esfuerzos y luchando conmigo misma, día a día. Hoy puedo decir que sí funciona, realmente funciona. Formo parte de un Grupo de WhatsApp llamado Caminos de Sobriedad, en este Grupo me acobijé en tiempo de pandemia. Nos hicimos familia y los integrantes no nos conocíamos. Es un Grupo internacional porque hay personas de todas partes del mundo, con un objetivo primordial llevar el mensaje al alcohólico que aún está sufriendo.

Un compañero muy querido en el Grupo me llama el lunes diez de Octubre de 2022 para decirme que si quería ir a la Convención, que él me ayudaba con los pasajes, ya que me encuentro sin empleo actualmente debido a que estoy recién llegada a mi país natal. Hablé con otra compañera y me consiguió cupo en el autobús con los compañeros de  Caracas. Hablé con otro compañero y se emocionó muchísimo y dijo: “anda que yo te ayudo”. En fin, mi alegría fue grandísima. Alisté mis maletas y me pasaron recogiendo por la autopista. Esa alegría esa camaradería y esos compartires de experiencias de muchísimos compañeros. Era increíble y me extrañaba y me hacía sentir grande, feliz y útil. Conocía a algunos compañeros, y lo mejor es que cuando decían mi nombre, se presentaban: yo soy fulano o zutano del Grupo tal. Pero lo más más emocionante que me hizo llorar muchas veces, fue encontrarnos los compañeros del Grupo Caminos de Sobriedad, nos abrazamos y a varios se nos salían las lágrimas de la alegría de conocernos y poder compartir. Otro compañero que vive en Yabunde, Camerún, había mandado hacer unas Gorras y por eso nos destacábamos, por unidad y familiaridad. También conocí Intergrupos de San Cristóbal, con un recibimiento muy afectuoso y solidario fui a varios Grupos como el Central y la Aceptación.

La felicidad embargaba mi corazón. Hicimos en los recesos reuniones presenciales de mi Grupo Caminos de Sobriedad que fueron muy significativas. Es de hacer notar que participé activamente en toda la Convención, desde que comenzó hasta que terminó. Las experiencias de los compañeros mexicanos y la programación fueron espectaculares. Honramos a los compañeros que ya no estaban con nosotros, que tenían la ilusión de ir a la Convención, pero Dios tenía otros planes para ellos. Todo muy bien organizado y las comidas muy ricas, muy buena la programación y sobre todo la fiesta.  Bailé muchísimo y lo mejor es que fue en sobriedad.

Había un conjunto musical donde estaba un compañero y era más emocionante aún. Se vive la alegría de vivir en la comunidad de Alcohólicos Anónimos. Se siente el compañerismo y sobre todo se pierde el miedo a ser feliz. Gracias, para mí ha sido un honor poder contar mi experiencia y decirles que el programa sí funciona, si lo practicamos. Gracias, gracias, gracias. ¡Felices 24 horas!

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